miércoles, 23 de mayo de 2018

“Las 1001 Noches” de Brion Gysin

BRION GYSIN. TÉCNICA BOLÍGRAFO TINTA GEL. 19,5X29 CM.
COLECCIÓN TANGER REVIEW. A.BOUZIANE 2015.

4 años son los que han durado las juergas. Me pregunto si Brion Gysin confundió ocio y negocio. Lo peor o lo más decepcionante es cuando uno se dedica a lo que más le apasiona. Se pasaba allí las horas del día y noche viendo cómo los demás disfrutan. Cualquiera acabaría harto de hacerlo día tras día. Pero, Gysin ha sabido crear momentos de magia. El amor que siente una persona por un lugar debería morir con esa persona. Gysin llenaba los vacíos. Sus manifestaciones artísticas cambiaron el curso de más de uno.
  
Brion Gysin (1916-1986) de origen canadiense, fue un viajero, pintor, escritor, poeta de sonido, diseñador y artista. Cuando llego a Tánger en 1954, abrió un Restaurante asociándose al pintor marroquí Mohamed Hamri y lo llamo “Las 1001 Noches”. En aquel Tánger, zona internacional, abundaban artistas, poetas y escritores. William S. Burroughs, Jane y Paul Bowles lo frecuentaban asiduamente. La fiesta duro poco y en 1958, Gysin echó el cierre y se refugió en París, en un hotel de mala muerte. El restaurante estaba situado en un ala del Palacio Menebhi. En poco tiempo se convirtió en un lugar muy popular. La cocina era exquisita y las paredes del restaurante estaban cubiertas con ilustraciones y pinturas de Gysin de sus viajes interminables por los desiertos de Marruecos y el Sahara argelino.

El edificio que alberga el restaurante “Las 1001 Noches” fue en primer lugar una fortaleza portuguesa. Más tarde se convirtió en un palacio de sueño y ensueño, un palacio de sultanes que se remonta al siglo XVII, en los tiempos del Sultán Moulay Ismael. El Restaurante vivió su época de esplendor durante los años 50 y 60, años dorados de la ciudad. Acogió a famosos y artistas, como el guitarrista Brian Jones junto al resto de los componentes de los Rolling Stones. Se dice que Brian Jones compuso música ahí inspirándose en la música tradicional de Jajouka.  Esto quedaría reflejado en ‘The Pipes of Pan at Joujouka’ el disco editado en 1968 por los Rolling Stones con la colaboración en la grabación de Brion Gysin y los músicos de Jajouka y que finalmente se lanzo al mercado en 1971. Fue un estilo musical con el que se anticiparon diez años al interés universal por la música étnica y fusión. La vinculación de este emblemático lugar con el mundo de la música y la cultura, no termina con Brian Jones. En 1983, tras una gira por el norte de África, el grupo alemán Dissidenten se establece en Tánger y surge el segundo álbum de la banda “Sahara Elektrik”, que se grabó en ese mismo Palacio. Sus grandes ventanales permiten ver el Estrecho de Gibraltar, la playa de Tánger, parte de la Casbah, la Medina y parte de la ciudad nueva. Gysin ha mantenido durante los cuatro años “Las 1001 Noches” abierto solo con el fin de escuchar sus músicos tocando en su local. Todas las noches, como entretenimiento y recreación, Gysin presentaba el espectáculo con un resplandeciente fuego devorador, una orquesta de cabaret, un bailarín travestido de mujer vestido con Caftán y sin duda el colofón de la noche, el talento de “la banda de la casa”, “The Master Musicians de Joujouka”.

La naturaleza musical de Gysin como artista era siempre amalgama y mental. Amaba cruzar y mezclar disciplinas. Grabó varios discos que exteriorizaban muchas envolturas de la estancia de Gysin en Tánger. Su música era misteriosa y a veces frenética. Improvisaba como acompañamiento musical a sus propios poemas y recreando el ritual de iniciación y transformación de la tribal música Jajouka. Sus composiciones tienen una lectura con momentos de fuerza y poder y de un encantamiento que refleja los ritmos como aglomerados y remolinados. Lo que le hace ser un músico fascinante e indescriptible. Su amplia gama musical, mezclada con sus ideas radicales, se convirtió en una fuente de inspiración para muchos artistas sucesores de la Generación Beat como John Giorno, David Bowie, Keith Haring, Patti Smith, Lauri Anderson, Michael Stipe y Genesis. En sus novelas se refleja el mismo ocultismo. La reputación de Gysin sigue siendo hasta hoy tan esquiva como siempre lo fue. Mientras que sus pinturas únicamente están valoradas solo por las raíces mágicas y místicas del artista. Sus fórmulas  y diseños producen en el espectador una sensación cambiante y  una alucinación cautivadora. La música Jajouka, por sus tipologías de sufismo y de trance, lo marco y lo persiguió toda la vida.

El restaurante sería reabierto en 1965 con el nombre de "Café Le Detroit". Y finalmente en el 2013 y con la intención de recuperar su glorioso pasado, el palacio sufriría otra reapertura con el nombre de “Le Détroit Palace”, hasta hoy. Lamentablemente es ya misión imposible.

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