viernes, 16 de noviembre de 2007

INADMISIBLE

En los jardines del consulado de España en Tánger, durante el pasado sábado 10 de noviembre, el Cónsul de España en Tánger D. Tomás Solís, ofreció, después de un encuentro (mesa redonda), una recepción a las autoridades, organizadores, artistas y participantes del primer Festival de Cine Español en Tánger. Los reunidos en dicho encuentro estuvieron de acuerdo en solicitar a sus respectivos gobiernos, a través de las asociaciones de productores: el establecimiento de un nuevo marco de cooperación para la coproducción, la creación de un fondo económico y la implantación de los mecanismos necesarios para que se permita la realización de proyectos cinematográficos en coproducción conjunta. Se comprometieron públicamente, y lo rubricaron en un documento que ha quedado bautizado como “La carta de Tánger”. Todos los asistentes, incluidos el cónsul de España en Tánger D. Tomas Solís y el Consejero Económico de la Embajada de España en Marruecos D. José Manuel Reyero, decidieron que el citado documento se entregara a los respectivos gobiernos. Manos a la obra, nuevas perspectivas de progreso, de entendimiento y de consolidación entre las dos orillas.

Aquel día , caras conocidas de la industria cinematográfica así como autoridades marroquíes y españolas acudieron a la sede diplomática hispana para asistir a la recepción, ofrecida por el cuerpo consular, con motivo del festival y por el encuentro de los artistas españoles con los marroquíes. Todos se quedaron estupefactos cuando a D. Tomás Solís, cónsul de España en Tánger, una vez finalizado su flamante discurso - anunciando nuevos horizontes, la creación de proyectos culturales y pacíficos, alabando el proyecto "Calle del Agua" y acercando las dos orillas -, se le ocurrió que era un buen momento para arrancarse con una rumbita, de su cosecha propia, titulada: "Tánger me pone". Y ocurrió lo excepcional: superado el asombro, arrancó los aplausos de artistas, de personalidades españolas y también de algunas autoridades marroquíes y de sus esposas. Hasta tal punto llegó la “histeria” que incluso algunos se atrevieron a bailarla. La curiosa improvisación del diplomático rompió el hielo y cambió el curso de un encuentro artístico y cultural, por la promoción de la rumbita española, con un capotazo de arte del cante español. Me figuro que con la esperanza, de salir a hombros por la puerta del zoco chico .
Y he aquí la letra tan original de la citada rumba, que como ya he comentado se titula “Tánger me pone”.

“TÁNGER ME PONE”
Me pone su cielo limpio
Su levante y su poniente
La magia de sus mezquitas
Y el paseo de su gente
Y al venir de Extremadura
Antiguo Reino de Taifa
Me coloco la chilaba
Y mi alma se hace más pura
Tánger te roba el alma
Malabata te la quita
Y en silencio le digo a Lola
Si yo me pierdo algún día
Búscame en la Calle de Agua
Con la guitarra de Tito
Y un meshui en la garita
¡ES INDIGNANTE!

D. Tomás Solís es un diplomático cachondo y experimentado, es buena gente, pero mediocre poeta. No se da cuenta del puesto diplomático que ostenta desde hace más de tres años: la máxima representación de España en Tánger. Esto no es ¡GRAN HERMANO!

Por las mañanas, y parte de las tardes, se dedica a firmar visados y a solucionar los problemas cotidianos con los que se enfrenta, pero por lo viso en su tiempo libre se dedica a la música, desconociendo que detrás de él se escondía un artista. ¡En Tánger ha nacido una estrella! Con un estilo musical y poético de “fusión”: puso letra y recitó su poema. Según sus cutres comentarios, con esta rumba bautizaba el esperanzado Estrecho de Gibraltar. Le acompañó como palmero, típico en toda rumba que se precie, ante el asombro del numeroso público asistente, el ex periodista de la COPE y presentador de Cine de Barrio, José Manuel Parada. Al cónsul le pone Tánger. Por qué no aprovechar para pedir la organización del “día del orgullo gay en Tánger” y que de camino su “cancioncita” suene en los móviles, incluso podría convertirse en la melodía oficial de Tánger-Expo 2012.

«Ahora estamos preparando las versiones de “Tánger me pone” en otros idiomas, pero es muy complicado traducir el “me pone”'. En francés hemos puesto “me seduce”, pero la esencia no es la misma», comenta Solís. Ahora su sueño es que sus canciones se vendan en unos grandes almacenes. «Estoy estudiando hablar con alguna discográfica para ver si me lo editan. Lo mismo hasta me retiro de la carrera diplomática», ironiza Solís. Finalmente afirma orgulloso: «Y ahora me la están pasando al árabe».
Insultante, indígnante e inadmisible. Hay que apostar seriamente por el arte, la música y la cultura. Un poco de seriedad señores.

He decidido terminar con unas palabras de John Bright: “Es un hombre hecho a su medida y adora a su creador”.

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