CHAKIB EL GHASSAL: "TU SI QUE VALES"

Chakib El Ghassal, por tercer año consecutivo ha viajado desde Tánger a Marbella, como monitor, como tutor, como responsable de una veintena de niños (2 niñas) tangerinos, exactamente al campamento de verano: Fuerte de Nagüeles (naturaleza, playa, baloncesto y multitud de actividades).

.

Desde que tengo uso de razón, siempre les he tenido una profunda envidia a los valientes. La verdad es que siempre comprendí que ellos lo tienen casi todo ganado. Chakib heredó una función que ya le venía de serie, una plena dedicación al deporte, una relación excepcional con el pasado y su familia. Solo para adquirirla puso un extra a base de horas, esfuerzo y entrega. 

Chakib se siente bien haciendo lo que más le gusta en el mundo, enseñarle a los chavales como botar el balón, como pasarlo al compañero. Tiene la fe de un valiente  y sobre el terreno se hace muy fuerte. Los niños aprenden  y el se ve correspondido con el afectuoso reconocimiento de los padres esperándolos en su vuelta a Tánger. Miro y admiro a los padres que han decidido confiar, pese al entorno tradicional y conservador marroquí, y apostar por darle un regalo tan apreciado a sus hijos y hijas.  

Chakib ha elegido la mejor forma de terminar el curso, viajando de Tánger a Marbella con una veintena de niños en busca de la aventura y la diversión basada en el baloncesto, y al mismo tiempo quitando a los propios padres prejuicios, miedo y inseguridad ...Seguro que habrá quién lo empiece a ver de otra manera viendo la cualidad y la verdadera hazaña del maestro. Lo que tiene entre sus manos no es ni ocasional ni casual, sino, nada mas y nada menos, que un compromiso con la educación y la formación de los más pequeños.

Fui a visitarlos al campamento, y ahí estaban entrenando al baloncesto. Y tras una brillante exposición, por parte de él, de profesionalidad y comunicación, sentí, como si fuera la primera vez, el honor de haberlo conocido y tenerlo como amigo. Con sus indicaciones es capaz de levantar el ánimo a cualquiera. Chakib se dedica a lo que ha dedicado toda su vida, sin pensarlo demasiado, a lo más maravilloso del mundo, a los niños. Cómo mola eso.