martes, 1 de mayo de 2018

“La pipa de oro”

Hnifza. Retrato del pintor Tangerino Ahmed Messari. 

Ahmed era un hombre extraordinario e interesante. Fue popular por su apodo “Hnifza”. Una celebridad local. Una figura histórica de Tánger. Todo el mundo lo conocía por su maestría considerable y su noción experimentada en el mundo cualitativo del “hachís” y del Kif, de los buenos.

El kif se prepara cepillando y golpeando la planta y sus cogollos una vez secos y así se obtiene una recolección de polvo y de pequeños fragmentos de las hojas. Mientras que el “hachís” es un compuesto de la resina comprimida de la planta, que se elabora a través de un proceso y medios mecánicos. Los dos productos llegan después a las calles en pequeñas dosis envueltas en plástico o papel de aluminio.

Ahmed, cariñosamente, la gente lo llamaba (Sebsi De Dhab) que quiere decir “la pipa de oro” y así como lo retrató el pintor tangerino Ahmed Messari. “Hnifza” era un hombre solitario y humilde. Se dedicaba a vender ropa y zapatos de segunda mano en el mercadillo popular Fendaq Chejra en el corazón de la medina de Tánger. Presumía de su pasado cuando se reunió con los Rolling Stones y Marianne Faithfull o con Anita Palenberg y fumaron juntos como chimeneas. Era el mejor degustador y sibarita de Tánger.  Poesía no sólo la mejor droga de la ciudad y del país, sino del mundo. Tenía amigos en todas partes, Londres, París, Nueva York… Se había convertido en una especie de consultor o experto en la materia.  No se comportaba como los mafiosos o traficantes, Hnifza era generoso y muy elegante. Su presencia era símbolo de ostentación e moderación a la vez. Su soledad inspiraba una especie de tentación de locura, de hecho más de uno lo pensó. Era una persona pausada, cansada y no demasiada llamativa para las autoridades. Aunque él se sentía orgulloso de ser el primer camello encarcelado formalmente.

El retrato del pintor, esculpe claramente los contornos de una leyenda, incorporando su calma, su aliento, su inspiración, su travesía explosiva, su extravagancia y su “pipa de oro”. Es el retrato de un genio debatiendo entre un cuento oriental y otro occidental. Es una mezcla de una estrella de rock en colores y de un ángel burlador en sueños.  Se fue y todo se quedo en una cortina de humo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Le agradecemos de antemano su aportación.

Marruecos, La Meca de los homosexuales

Sufrimiento. Colección Esperanza. 2016. Acrílico sobre lienzo 60x80cm.  A principio de los 50´ fue realmente cuando Tánger se metió de lleno...